Al igual que le sucede a los adultos, los niños también sufren cambios que pueden producirles estrés, miedo, ira, celos... El malestar en ellos, a veces, puede provocar problemas de conducta como puede ser la agresividad, la conducta reservada, bajo rendimiento escolar etc.
La infancia es la etapa en la que se construyen las bases de la personalidad, es por ello que los problemas que se presenten en esta fase evolutiva deben de ser resueltos para no provocar consecuencias posteriores que perpetúen el malestar del niño.
El propósito de nuestro centro In&Out es ayudar a los niños para que puedan obtener estrategias más útiles a la hora de manejar sus preocupaciones, emociones y conductas a través de un modelo de terapia centrada en la familia.